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Germán Márquez no se detiene a pensar en la altitud de Coors Field

13/07/2021

Germán Márquez Foto: @MLBVenezuela

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Con 1.580 metros por encima del nivel del mar, Coors Field es, por lejos, el parque de mayor altitud en las Grandes Ligas, una condición que contribuye al aumento de la frecuencia de los jonrones, con respecto a otros estadios. Un paraíso para bateadores y un infierno para lanzadores, pero Germán Márquez en lugar de preocuparse por las probabilidades de fracasar en ese ambiente hostil, las desafía.

“No es un secreto que es un estadio difícil para lanzar, pero yo creo que más que todo es mental, uno tiene que salir allí y dar el corazón, dar todo por el equipo”, le dijo el as de los Rockies, al periodista Guillermo Celis, durante la transmisión del Derby de Jonrones de ESPN para Latinoamérica.

Algo que ya había reiterado durante el encuentro con la prensa, el lunes por la mañana: “Creo que no hay que darle mente a la altitud”.

Al menos las estadísticas lo respaldan. El 29 de junio transitó ocho innings sin hits ni careras, camino a registrar el primer blanqueo de un imparable para un pitcher de los rocosos en Coors Field, en la historia de la franquicia. Esa actuación le ayudó a terminar la primera mitad de la campaña con récord de 6-1 y 3.06 de efectividad (24 CL/70.2 INN) en 12 aperturas en casa, incluidos dos juegos completos y una lechada. En tanto que los bateadores rivales apenas le ligaron para .198/.285/.277, con apenas tres cuadrangulares y un OPS de .562, en 253 turnos.

Márquez, además de su actitud y enfoque en los juegos como local, también dio crédito a la consistencia. “Ha sido la clave para estar lanzando así. Siempre he sostenido que la consistencia es la que te va a llevar lejos”, comentó en una entrevista con Davod Venn, para LasMayores.com.  

Después de ser vapuleado por los Rojos de Cincinnati, en el Great American Ball Park, con 12 hits y ocho anotaciones limpias, en cinco entradas (12 de junio), permitió apenas una rayita y cuatro imparables en sus siguientes 23.0 tramos (17 al 29 de junio) repartidos tres inicios, lo que le convirtió en apenas el tercer lanzador de la historia con una actuación como esa en un lapso de tres salidas, uniéndose a Johnny Vander Meer (1938) y Rube Marquard (1911), miembro del Salón de la Fama.

Después de eso sumó otros 13 capítulos de dos carreras, en dos desafíos, para concluir con un registro global de 8-6 y 3.36, antes del receso de mitad de temporada.

“El comienzo fue un poquito duro, pero creo que todo ese trabajo que hice en el bullpen, entre cada salida, me está dando resultados ahorita. Hubo un detalle con mi mecánica, pero gracias a Dios están saliendo los resultados”, explicó en su conversación con Celis.

Esa actuación le llevó a ser seleccionado por primera vez al Juego de Estrellas.

“Es lo máximo, un sueño hecho realidad, desde niño uno quiere estar aquí y el sueño se está haciendo realidad y sobretodo aquí en casa, con todo el apoyo de la fanaticada. Es una experiencia muy bonita”, agregó.

Luego de tirar siete ceros el sábado en San Diego, para guiar el triunfo de los Rockies 3-0 contra los Padres, la prensa que sigue a los rocosos le preguntó al manager Bud Black, coach de banca del estratega Dave Roberts en el equipo All-Star de la Liga Nacional, sobre la posibilidad de que el venezolano abriera el desafío.

“Me encantaría si sucediera”, apuntó el estratega y luego agregó que probablemente llamaría el domingo a Roberts, su amigo cercano, para discutir el asunto.

Finalmente, Roberts le otorgó esa distinción a Max Scherzer (7-4, 2.66 PCL), as de los Nacionales de Washington.

“Se lo merece, (los capitalinos) ganaron en 2019, es un tipo que ha tenido una larga carrera de éxitos y la decisión que tomaron la respeto”, enfatizó Márquez.

De cualquier manera, el criollo es el único miembro de los Rockies en el All-Star y el octavo pitcher en la historia de la Colorado que obtiene esa distinción, en tanto que es apenas el sexto abridor y el primero en más de una década. Los otros son el dominicano Ubaldo Jiménez (2010), Jason Marquis (2009), Aaron Cook (2008), Shawn Chacon (2003) y Mike Hampton (2001).

EL DATO

Germán Márquez exhibe efectividad vitalicia de 4.70 en 363.2 innings laborados en Coors Field, lo que representa el sexto promedio más bajo de carreras limpias en la historia de la franquicia.

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