Caracas.- La primera temporada de Willson Contreras con San Luis fue de aquellas que tienen el poder de destruir la confianza de un pelotero por el resto de su carrera. Señalado por el alto mando de los Cardenales, indirectamente, como uno de los principales responsables del peor inicio de la franquicia en medio siglo y separado, momentáneamente, de la receptoría, el venezolano vivió una pesadilla en el arranque de 2023.
El hecho de que el oriundo de Puerto Cabello haya sido escogido como el sucesor de Yadier Molina luego de su retiro, siendo firmado vía agencia libre desde los Cachorros de Chicago, el gran rival histórico de los pájaros rojos en la División Central de la Liga Nacional, causó una atención que, por momentos, resultó implacable.
No obstante, Contreras atravesó la tormenta de arena y salió de ella convertido en otro cátcher, e incluso, en otra persona. Aquellos comentarios que apuntaban hacia su falta de familiaridad con los lanzadores y hasta una aparente displicencia para preparar los juegos, han quedado atrás en el inicio de su segunda contienda en Missouri. Y mucho ha tenido que ver el apoyo de su hermano, William, máscara titular de los Cerveceros de Milwaukee.
Los Contreras entrenaron juntos en el receso invernal en Orlando, Florida, según cuentan los periodistas Adam McCalvy y Johh Denton, para MLB.com. En esa ciudad, Willson apuntó su mirada a mejorar el framing, o capacidad para convertir bolas en strikes, apartado donde ocupó el lugar 44 de 63 el certamen pasado, con una tasa de 44,3 %, de acuerdo con Baseball-Savant.
La meta ha sido cumplida en estas primeras de cambio en 2024. Willson ha elevado su tasa a 48,8 %, y mucho le agradece a William, quien mostró 48 % el año pasado en el departamento, con un diferencial favorable de siete carreras, el tercero mejor de la Liga Nacional.
"Aprendí mucho de él", admitió Willson el viernes, luego del primer enfrentamiento contra su hermano en el curso. "Hablamos casi todos los días. Nuestra relación es súper cercana, nos amamos y ayudamos. Y lo bueno es que contamos unos con otros”.
Y no sólo en el arte del “mascoteo” el mayor de los Contreras ha dado un paso al frente. También en su manejo de los encuentros y su guía con los pitchers.
La efectividad colectiva de 3.58 de San Luis es la tercera mejor del Viejo Circuito después de los 20 primeros compromisos de 2024. En 10 de esos desafíos, el carabobeño, de 31 años de edad, ha estado detrás del plato. Una cantidad de encuentros que ha estado limitada porque estuvo casi una semana fuera de acción debido a un pelotazo en la mano izquierda, pero no por su falta de eficacia en la posición.
“Willson estuvo genial detrás del plato", afirmó a la agencia AP Kyle Gibson, abridor frente a los lupulosos que sólo admitió una carrera en 6.0 entradas con el criollo en la batería. “Estábamos en la misma página y me gusta cómo me desafía a veces. Me hace pensar fuera de lo común”.
A la ofensiva, a su vez, el ex osezno ha continuado la tendencia de su travesía ligamayorista, como uno de los maderos más explosivos entre los defensores de la posición.
En ese primer duelo de la serie de tres encuentros contra los Cerveceros, Willson negoció tres boletos y conectó un sencillo, para extender sus rachas a 24 juegos embasándose y a 12 disparando al menos un hit, ambas, las más extensas de su trayectoria de nueve temporadas.
Mientras tanto, en la acera contraria, William empujó las dos carreras que le dieron el triunfo a Millwaukee y duplicó, para amanecer el sábado como el líder bate de la Liga Nacional, con .361, junto a Ryan McMahon (Rockies de Colorado).
“Estoy muy emocionado por ambos, y también por sus”, expresó Freddy Peralta, quien abrió por los Cerveceros y tuvo a William detrás del plato. “Al estar en un juego de Grandes Ligas, ambos receptores. Lo ves y te sientes bien por ello. Yo también tengo un hermano menor. Está en las menores y también es lanzador. La sensación que probablemente tengan es algo que a mí también me gustaría tener”.
EL DATO
Willson Contreras se convertirá este año -si se mantiene saludable y consigue su media de jonrones- en apenas el cuarto cátcher venezolano con al menos 150 vuelacercas en su carrera, jugando el 80% de sus partidos en la posición. Algo que no deja de ser notable, puesta apenas está en su noveno año en las Mayores
